Sobre el disco Cuando decidimos tomar este camino de andar cantando, nos propusimos hacerlo con nuestras pilchas. Sencillas, humildes, casi antiguas. Pero nuestras. Queríamos cantar a nuestros paisajes, a nuestros hombres y mujeres, sus esperanzas, sus problemas, como lo habían hecho nuestros mayores. Pero queríamos hacerlo con la mirada puesta en nuestro tiempo. Por eso fuimos tan porfiados. Y salimos con canciones propias.
¡Y seguimos con canciones propias! A porfiados no nos gana un vasco.
La posibilidad de haber durado o permanecido tanto tiempo, hizo que algunas canciones ahora sean conocidas y nuestro sonido reconocido. Y por eso seguimos en esto. Mientras Uds. nos aguanten…
Este nuevo disco se nos antojó que era como un montón de cuentos. Cantados. Pero cuentos: de viajar en tren, de ir a la playa, contar de pueblitos y estaciones… en fin. Nos gustó lo de canciones que cuentan. Pero además de contar historias, queremos que cuenten. Es decir: que sumen. Que aporten.
Hoy que el mundo está complicado, hoy que hay tanta desconfianza, tan poca comunicación, tanto exceso de información, tan frío y digital, queríamos que estas canciones contaran. Que arranquen una sonrisa al que escucha, que lo hagan pensar. Ojalá cuenten.
Fue grabado despacito, por eso llevó tanto tiempo. Lo grabamos en Estudio Inzen y Javier Longhi fue el culpable de hacerlo. Algunas de estas canciones son nacidas en Paysandú. Otras, ya son cosecha de esta tierra más al sur del Rio Negro. Santiago Echavalete y Martín Vila sacaron las fotos, allá en Costa Azul, mientras ensayamos.
Tenemos el orgullo de que nos acompañen músicos entrañables. Y buenos músicos además.
Ramiro Della Valle con su bajo. Él es muy buen músico, pero a veces no le queda otra que tocar con nosotros… Alejandro Turibich y Mario Franceschini en la percusión. En la guitarra eléctrica nos acompaño el querido Caco Pauletti. Y queríamos a un argentino que tocara el bombo en la chacarera y le pedimos a Carlos Paseggi. Nos encantó. Juan Pablo Silva en bandoneón. Y nuestro Luigi Lemes, que andaba por acá y lo convidamos a cantar. Al Mosquito Macedo le pedimos un toque de saxo y nos regaló bruta canción. Al piano pusimos a Javito Gómez, que además tocó acordeón.
Realmente es un placer cantar con esta banda. TANTOMÁN
|