El evento contó con la participación del presidente de la CIU, Dr. Alfredo Antía; el
presidente del BCU, Ec. Diego Labat y el gerente de Asesoría Económica del BCU, Ec.
Gerardo Licandro.
La Cámara de Industrias del Uruguay (CIU) y el Banco Central del Uruguay (BCU), llevaron
adelante la videoconferencia “El rol de la industria en la desdolarización de la
economía”, en la que se analizó el estado de situación en este proceso y las perspectivas
a futuro.
La apertura estuvo a cargo del presidente de CIU, Dr. Alfredo Antía, quien agradeció la
posibilidad de tener una instancia de intercambio en la que los industriales puedan
plantear sus puntos de vista. “Si esos puntos de vista luego se transforman en los
resultados de las política públicas, entonces creo que podemos ir en un camino posible,
para el interés de las empresas en nuestro caso, y del país en general”, apuntó.
Sostuvo que desde la CIU se visualiza el tema de la inflación como uno de los “principales
escollos” para enfrentar. “Hemos tenido en este tiempo una inflación persistente que
ha generado distorsiones en la economía. Esas distorsiones han contribuido a una baja
del tipo de cambio y eso ha afectado la producción, fundamentalmente al sector
exportador, pero también a la industria nacional en el mercado interno”.
En ese sentido, agregó que “estamos frente a una lógica de inercia donde la inflación
crónica y las conductas de los actores de la economía ha institucionalizado el criterio de
que la moneda extranjera -atada a las vicisitudes de su valor- genera externalidades a la
hora de la toma de decisiones. Particularmente a la hora de invertir”.
Antía apuntó que el proceso de desdolarización requerirá algunos cambios en la política
económica, pero también cambios de normas y leyes, así como una real comprensión
de la importancia de este tema por los actores económicos, financieros e institucionales.
Por su parte, el presidente del BCU, Ec. Diego Labat, explicó que el objetivo que se marcó
el BCU para este encuentro fue dar a conocer algunas acciones que se están llevando a
cabo, tendientes a desdolarizar la economía y recoger el feedback de parte del sector
industrial.
El presidente del BCU relató el camino que viene haciendo la institución desde que asumió el directorio, casi concomitantemente con la llegada de la pandemia por COVID-
19 al país. “A partir de ese momento hemos puesto toda la política monetaria al servicio de la actividad y a que los motores siguieran funcionando, que hubiera mucha liquidez.
Y hemos logrado salir con un razonable acceso al crédito, con una razonable actividad”,
explicó.
Coincidió con Antía en que Uruguay “tiene un debe” en el tema de la inflación, aunque
por otro lado, se ha logrado “que esta vaya convergiendo lentamente al rango meta”,
expresó. Labat subrayó la necesidad de tener una mirada de largo plazo y en esa línea
“el país se merece dar esos pasos que hay que dar hacia una moneda de calidad, que
notoriamente, cuando esté aplicada, nos va a dar un montón de ventajas a cada uno de
los uruguayos”.
Sobre el proceso hacia la desdolarización indicó que “nunca va a ser obligatorio”, sino
que es central que agentes económicos comprendan las ventajas y “empiecen a usar la
moneda y crean en quien custodia la moneda”. Será un proceso lento, advirtió, pero
“entre todos vamos a ir revirtiéndolo y después empezaremos a cosechar las ventajas
que nos va a dar”.
En tanto el gerente de Asesoría Económica BCU, Ec. Gerardo Licandro, presentó un
análisis del proceso de desdolarización y lo que se espera en el futuro. La inflación alta
y la dolarización afectan el crecimiento de largo y perjudican la política monetaria y la
estabilidad financiera, indicó. Además, la dolarización es un obstáculo al desarrollo del
sistema financiero en pesos.
“Los grandes temas pendientes, fuera de la política monetaria, se encuentran en la
dolarización de precios y la del ahorro. Estamos trabajando en estos problemas por
varios caminos vinculados a política de deuda, cambios regulatorios, desdolarización del
sistema de precios y proceso de diálogo o con partes interesadas”, aseguró.
Licandro agregó que para tender hacia la desdolarización de la economía es imperioso
entender las causas y generar un conjunto de incentivos y cambios en la gestión pública.
“Este es un proceso a largo plazo, nosotros estamos tratando de acelerarlo lo más que
se pueda porque entendemos que se necesita tener el sistema financiero en moneda
nacional. Creo que están dadas las condiciones para un avance rápido, que gran parte
de esas condiciones son generar este estado del alma que estamos tratando de
generar”, concluyó.