El artista bogotano Iván Casilimas consolida su proyecto en 2020 tras varios años de composiciones guardadas que no se atrevía a sacar, pues no se visualizaba como frontman, sin embargo, entendió que no hay mejor vocero de su sonido, sus palabras e ideas que él mismo. La cuarentena le dio la disposición y el tiempo para componer, hacer arreglos, grabar, regrabar y experimentar hasta darle forma a su primer sencillo ‘Un nuevo sol’, una canción de desamor y frustración con elementos pop, rock y jazz. Su propuesta musical le ayuda a entender y ordenar sus pensamientos y sentimientos, así como a conectar con los oídos que se identifican, mientras disfruta de hacer, tocar y grabar música.
«Mi obra es una estampa de mi identidad, tanto en letras como en sonido. Mis letras hablan de mis opiniones y experiencias, de lo que veo y lo que me hace pensar eso que veo. Quienes hacemos arte somos una radiografía de nuestro tiempo y lugar, por ello, podemos y debemos utilizar nuestra obra tanto para elogiar como para denunciar», cuenta Iván.
Su intención es utilizar la música como herramienta de autoconocimiento y crear una red con quienes encuentren en sus pasos un espejo o un sendero hermano. Busca crecer como músico y, dada la naturaleza de este oficio, desarrollar la maestría que solo el tiempo otorga.
«Con mi repertorio busco reconocer que como seres humanos tenemos infinidad de facetas -unas brillantes y armoniosas y otras lúgubres y explosivas- de las que tenemos que apropiarnos y darles valor, pues cada una nos deja enseñanzas y son huella de quienes somos. Por eso hago canciones de amor, desamor, denuncia, justicia social, admiración, nostalgia, impotencia y demás expresiones que nos aterrizan a nuestra humanidad». |